Durante el embarazado nuestro bebé se encuentra en pleno desarrollo. Por eso, los especialistas recomiendan incluir vitaminas y suplementos para fortalecer nuestro organismo y permitir un mejor desarrollo de nuestro bebé. En este post, te presentaremos las mejores vitaminas y suplementos que pueden ayudarte mucho durante tu embarazado.
¿Para que sirven las vitaminas y suplementos para embarazadas?
Gestagyn embarazo
El Gestagyn embarazo es un suplemento alimenticio rico en vitaminas, minerales y ácidos grasos. Contiene altas cantidades de ácido fólico, DHA y vitamina D. Además, contiene muchos minerales necesarios para el buen desarrollo para el bebé, tales como el hierro, el yodo y el zinc. De esta manera, representa un complemento con varios componentes que ayudarán tanto a tu nutrición como a la del bebé.
Normalmente es recetado para consumir en dos diarias de 1 cápsula antes de alguna de las comidas para facilitar su absorción. Y puede ser formulada para una gran cantidad de mujeres que sufren de alergias o intolerancias a ciertos productos, así como para la que llevan una dieta vegetariana.
Ácido fólico
El ácido fólico es una vitamina muy importante para tener un embarazo saludable. Es parte de la vitamina B que ayuda a prevenir malformaciones congénitas tales como la espina bífida y la anencefalia. Además, el ácido fólico ayuda a desarrollar correctamente el tubo neural.
También, favorece la síntesis del ADN y ARN, que es donde se encuentra la información genética de las células, ayudando a producir células nuevas en el organismo.
El ácido fólico debe tomarse meses antes de la concepción, en el resto del embarazo, y en algunos casos durante las primeras semanas del postparto.
Por otro lado, el ácido fólico ayuda a prevenir la anemia e interviene en la formación de glóbulos rojos durante el embarazo.
Hierro
El hierro es un mineral necesario para el crecimiento y el desarrollo del ser humano. Este mineral es utilizado por el cuerpo para producir hemoglobina, la cual es la proteína que contienen los glóbulos rojos, además mantiene ayuda a mantener en óptimas condiciones al sistema inmunológico. Por ello, es importante aumentar el consumo de este mineral durante el embarazo, puesto que el cuerpo no lo produce naturalmente.
Durante esta etapa necesitas aumentar el consumo de hierro porque tu cuerpo requerirá mayor producción de hemoglobina, para suministrarle oxígeno y sangre a tu bebé. De no ingerir mayor cantidad de hierro en el embarazo, corres el riesgo de desarrollar anemia, trayendo como consecuencia algunas complicaciones tales como un cansancio, debilidad, caída del cabello, parto prematuro y el bebé nacer bajo de peso.
Calcio
El calcio es un mineral importante que ayuda a varias partes del cuerpo a mantenerse saludables tales como los huesos, los dientes, los nervios, los músculos, el corazón y el cerebro.
Durante el embarazo, la ingesta de calcio ayuda a reducir el riesgo de preeclampsia e hipertensión. Además, durante el embarazo el aporte de calcio de la futura madre al bebé aumenta, porque el nuevo ser necesita de este mineral para la formación de sus huesos y para el funcionamiento de su corazón, nervios y músculos.
Es por ello, que la futura madre debe ingerir el calcio necesario para satisfacer las demandas del bebé, y a la vez mantener sus propios niveles óseos porque de no hacerlo el bebé tomará el calcio de la madre, provocando una descalcificación de los huesos de la madre.
Pero debes tenerse en cuenta que el calcio no puede administrarse con la dosis diaria de hierro y ácido fólico porque el calcio inhibe la absorción de hierro.
Vitamina D
La vitamina D ayuda a que el organismo funcione adecuadamente y así gozar de buen estado de salud. Se recomienda ingerir este nutriente meses antes de la concepción, pues esta vitamina ayuda a la fertilidad en las mujeres y hombres.
Para obtener vitamina D, la mayor fuente es la exposición a la luz de sol, acompañada de una dieta que incluya pescados grasos, hongos, setas y huevos.
Yodo
El yodo es un nutriente muy importante que ayuda a desarrollar sistema nervioso y el cerebro del bebé. Además, este nutriente es necesario para que la tiroides funcione correctamente.
Por ello, es necesario ingerir yodo desde al menos tres meses antes del embarazo hasta finalizar la lactancia. El yodo puede obtenerse de una dieta rica en alimentos tales como el pescado (el bacalao o el róbalo), espinacas, productos lácteos, junto al suplemento de yodo prenatal.