LA GESTACIÓN SUBROGADA HA VENIDO PARA QUEDARSE.

La gestación subrogada, genera por igual defensores y detractores, que se enzarzan a menudo

en polémicas innecesarias, ya que ambas partes tienen razón en sus tesis.

Nuestros legisladores no han sabido estar a la altura de las circunstancias, en lo tocante al mal

llamado “vientre de alquiler”. El PSOE aprobó la ley de Eutanasia, porque más de un 75 % de la

población española está de acuerdo con esta práctica en los casos terminales, para evitar

padecimientos innecesarios a personas con enfermedades graves. Un 75% es más que

suficiente para que se apruebe una ley ya que una inmensa mayoría lo aprueba. Pero cuando

se trata de la gestación subrogada, este mismo criterio, parece desvanecerse como la niebla.

En una encuesta realizada en toda España por la empresa GESTLIFE, en colaboración con la

Asociación de padres por la gestación subrogada (www.padresporgestacion.org) por teléfono,

entre más de 3000 encuestados, a un 75% de la población le parecía bien o muy bien que una

pareja española realice una gestación subrogada si no pueden tener hijos. En el caso de que

fuese una pareja homosexual quien realizase el proceso de gestación subrogada, el porcentaje

descendía al 58 % pero como se puede ver, sigue siendo una mayoría. En el caso de las

personas solteras, un 69 % de los encuestados se mostraron a favor. Basándonos en esta regla

de 3, el gobierno debería aprobar una ley de gestación subrogada. Sin embargo, solo el grupo

de Ciudadanos, lamentablemente en caída libre tras las últimas elecciones, se ha atrevido a

defender la gestación subrogada, presentando incluso un proyecto de ley. En los próximos días,

su portavoz Edmundo Val, ha anunciado que llevará el tema al Debate del Estado de la nación,

que tendrá lugar en unas semanas en el Congreso de los diputados. Otros partidos, como

Esquerra Republicana se muestran favorables a la gestación subrogada, y partidos como el

PSOE o VOX se muestran abiertamente contrarios a dichos procesos. El principal argumento

que sostienen los detractores es la cosificación y explotación de la mujer en estos procesos. Es

curioso que esta tesis sea defendida por grupos feministas, que con toda lógica defienden el

derecho al aborto, bajo el famoso lema “nosotras parimos, nosotras decidimos”. Al parecer las

mujeres tienen derecho a abortar, (sin entrar en la discusión filosófica de si se cercena una vida

o no), pero en cambio no tienen derecho a decidir dar vida. Para eso hay que pedir permiso a

ciertos grupos radicales. Es una de una tremenda hipocresía, pretender castigar a una madre

porque decide prestarse a dar vida a un ser, para una pareja que no puede tenerlo de forma

natural. Se dice que se comercializa a la mujer. Bien, en tal caso debería prohibirse también la

donación de óvulos, actividad por la cual una donante de óvulos percibe alrededor de 1.500

euros por donar sus preciados ovocitos. Las clínicas de reproducción asistida tienen una

carencia de óvulos importante. Hay que dejar claro que es preciso que haya donantes de

óvulos. Y es lógico que se les compense económicamente, porque el proceso no es agradable.

Pero cuando más de 100.000 parejas del extranjero vienen a España a hacerse un proceso de

reproducción asistida porque en su país la ovodonación está prohibida, la donación de óvulos

se convierte en un provechoso negocio para muchos. Las donantes no donan óvulos para

cubrir las necesidades de las madres españolas. Lo donan para toda Europa y parte del resto

del mundo lo que nos convierte en el banco de óvulos de Europa. Y algunos bancos de óvulos

obtienen pingües beneficios vendiendo por 4.000 euros 8 óvulos. Un excelente negocio, a costa

de la donación de óvulos. ¿Esto no es explotación de la mujer? Sin embargo, se pretende que,

en los casos de gestación subrogada, la gestante lo haga de forma altruista. Que no cobre nada.

Si una donante percibe por 15 días de molestias, 1500 euros, ¿Cuánto deberíamos darle por las

molestias a una gestante por 9 meses de embarazo y un parto? Tampoco tiene sentido legislar

como lo han hecho en países como Portugal o Reino Unido, a favor de la gestación, pero con tal

¿Por qué no puedo quedarme embarazada?

número de cortapisas, que resulta prácticamente lo mismo que prohibirla. En el caso de

Portugal la ley exige unos requisitos que prácticamente imposibilitan esta práctica:

La madre comitente debe tener ausencia de útero. Esto solo afecta a 1 de cada 5.000 mujeres,

cuando un 17% de las mujeres no pueden ser madre por otros motivos. Es decir, más de 800

mujeres de cada 5.000 tienen problemas que les impiden ser madres. Pero a estas en Portugal

les está vetada la gestación subrogada. Además, la gestante no puede cobrar cantidad alguna.

¿Cabe en la cabeza de alguien mínimamente realista, pensar que una persona se va a prestar a

llevar un embarazo de 9 meses, para una pareja desconocida, sin compensación alguna por las

molestias? Por otro lado, hay que ser residente fijo en Portugal o portugués. Finalmente, hay

que pasar por un comité de ética que tiene que aprobar el proceso. ¿Cuántos procesos de

gestación subrogada se han realizado en los 3 años que lleva la ley en vigor (separada en dos

etapas)? Una. Y fue una abuela, que gestó para su hija, la que sería su nieta.

Decir que en gestación subrogada todo es explotación, y que por ello hay que prohibirla, es

como decir que hay que prohibir internet porque hay gente que hace cosas malas a través de la

red. Por supuesto que se han de crear las garantías necesarias para todas las partes

intervinientes. Justamente, la ausencia de regulación es lo que permite que, en algunos países,

las condiciones en que se desarrollan estos procesos no sean garantistas para ninguna de las

partes, y muy especialmente la gestante (como sucede en la India). Pero no podemos

extrapolar al resto del mundo esta mala praxis, o decir que todo el monte es orégano. Una

bonita utopía hacer una gestación subrogada en Portugal.

El caso de Reino Unido no es menos grave. La gestante puede cambiar de opinión las últimas 6

semanas, y quedarse con el niño. Esta norma tiene sentido en el ordenamiento anglosajón,

donde por ejemplo en USA, una mujer que no desea tener un bebé puede darlo en adopción,

pero la ley le permite retractarse en las últimas semanas por si cambia de opinión. Es justo y

lícito. Es su bebé. Ella decide. Pero en el caso de la gestación subrogada, no es su bebé

biológico sino el de otras personas. Y puede quedarse con el bebé de otras personas si cambia

de opinión en la fase final. ¿Cuál es la consecuencia? Que los británicos no hacen sus procesos

de gestación subrogada en Reino Unido, sino en el extranjero, donde no impera esta regla.

Grecia es de los pocos países que ha sabido conjugar una fórmula mixta, que permite a todas

las partes tener las garantías necesarias. En Grecia se permite legalmente la gestación

subrogada a extranjeros desde 2015. La gestante puede percibir una compensación por las

molestias, aunque no excesiva, impidiendo así que el lucro sea la única motivación. El proceso

es tutelado por un tribunal de 3 jueces, quienes tienen que otorgar por sentencia, la

autorización previa para hacer el proceso. Se obtiene pues, sentencia judicial reconocida por

España. Pero es la única sentencia reconocida por la administración pública de nuestro país,

desde el cambio de gobierno tras la moción de censura, que propició la entrada del gobierno

actual. De la noche a la mañana, sin cambiar una coma en la ley, los consulados dejaron de

inscribir a los niños nacidos por gestación subrogada, como lo venían haciendo desde que el

Ministro de justicia Gallardón, tras ser condenada Francia por no inscribir a los niños nacidos

por gestación subrogada, dio la orden a todos los registros civiles, en cumplimiento de la

sentencia europea (de rango superior a nuestras leyes) se inscribiesen todos los niños. Hay que

reconocer el mérito de este ministro. Puede que la gestación subrogada no fuese santo de su

devoción, pero la ley es la ley, y la hizo cumplir en España. La repentina prohibición de inscribir

a los niños nacidos por gestación subrogada a cargo del gobierno socialista, en las secciones

como prevenir la mastitis

consulares del registro civil, dejó a muchos padres tirados a la puerta de los consulados de

España, con sus niños en brazos, sin saber muy bien qué hacer. Algunos tardaron hasta 5

meses en poder volver a España. Esa actitud de los consulados, es presuntamente, una clara

prevaricación administrativa, ya que si no ha habido cambio legislativo y hasta ayer inscribían a

los niños, ¿por qué a partir de hoy no? ello generó mucho malestar a los cónsules, que eran

quienes tenían que vérselas con algunos padres furibundos a los que les denegaban la

inscripción de su hijo en el registro civil, impidiéndoles así obtener la nacionalidad española, y,

por ende, el pasaporte necesario para regresar a España.

Ante las reiteradas quejas de los cónsules, el órgano superior de los registros civiles, la

Dirección general de registros y notariado, expidió una circular, de 13 páginas, muy bien

detallada y argumentada, reconociendo el derecho de la inscripción de los bebés. Fue una

agradable sorpresa para muchos padres, porque por fin se ponía por escrito lo que se venía

haciendo en los últimos años, acorde a la legislación y jurisprudencia internacional. Pero la

alegría duró poco porque al día siguiente la Ministra de Justicia, hoy Fiscal general del estado,

salió en televisión diciendo que, si de ella dependía, esa circular no se aplicaría. y una semana

después, obligó a la DGRN a decir digo, donde dijo diego, con una simple instrucción de solo

página y media, sin un solo argumento jurídico (a diferencia de la anterior) anulando la

instrucción anterior, y calificando a la gestación subrogada poco menos que de acto criminal.

Desde entonces, los niños no se inscriben en las secciones consulares del registro civil central,

en los consulados (salvo los niños procedentes de Grecia que vienen con sentencia judicial).

Ello obliga a los padres a tener que iniciar un proceso de filiación a nombre del padre biológico

(lo que puede tardar hasta 2 años) para posteriormente hacer un proceso de adopción para la

madre comitente. Es decir, al final los tribunales dan la razón a los padres, algo que les denegó

la administración.

Tarde o temprano España será condenada, como le ha sucedido a Francia e Italia (países que

enmendaron su actitud y registran los niños nacidos por gestación subrogada), y las aguas

volverán a su cauce. Porque una cosa es discutir sobre si debe existir o no ley de gestación

subrogada en España, debate lícito desde todos los ángulos, defensores y detractores, y otra

cosa muy distinta es negar sus derechos constitucionales. El niño no tiene culpa alguna y tiene

derecho a la nacionalidad española que le otorgan tanto el código civil español, como la

Constitución, por el simple hecho de ser hijos de españoles.

Finalmente hace poco La ministra Montero, que el día que explicaban en clase, que la ley se

debía cumplir, hizo una “ peya o campana”, y la pobre no se enteró, pretendió colar dentro del

nuevo y controvertido proyecto de ley del aborto, que seguramente se votará en el primer

trimestre de 2023 colar de rondón la prohibición a los españoles de viajar al extranjero para

hacer un proceso de gestación subrogada, so pena de cárcel. También pretendía prohibir las

agencias, y la publicidad. Eso fue un viernes. El lunes tuvo que ser el Ministerio de Justicia

quien la pusiera en su sitio, diciéndole que lo que ella pretendía hacer, eso sí era ilegal.

Pretender perseguir a los españoles por una actividad que en los países donde se realiza es

legal, es ser un ignorante supino de la ley.

Nuestros políticos, que saben un poco de mucho, pero mucho de nada, crean leyes que luego

no se pueden aplicar, desde sus butacones en el parlamento sin consultar con quienes

realmente dominan la praxis en estos procesos, y de los que podrían aprender mucho. Por

ignorancia, o a sabiendas, crean leyes que en realidad no están hechas para regular algo que

merece ser regulado, sino para limitarlo, coartarlo e in extremis de forma sibilina, impedirlo.

gestacion-subrogada

No hay que mirar muy lejos para ver las consecuencias de este tipo de regulaciones. Solo hay

que pensar en las adopciones internacionales, que hoy son solo un 10 % de las que eran en el

año 2010. Resulta casi imposible adoptar un niño debido al cúmulo de trabas e impedimentos

que la administración, especialista en crear obstáculos, pone a una pareja que desea adoptar

un niño. Alguna ministra “lumbreras” aduce que esto se debe a la crisis económica, que la

gente no tiene dinero. Y por ello se van a la gestación subrogada que cuesta el doble, e incluso

el triple que una adopción internacional. La gente no adopta porque resulta prácticamente

imposible para la mayoría de parejas, y no digamos ya personas solteras o parejas

homosexuales, pasar los distintos filtros fijados por la administración.

La gestación subrogada es una realidad incontestable, que ha venido para quedarse. En Europa

ya está regulada favorablemente en Reino Unido, Gibraltar, Grecia, y Portugal. Como la

fecundación in vitro al principio, tiene sus detractores. Pero el deseo de ser padres de las

personas que no pueden serlo porque la naturaleza les ha negado ese privilegio, o

sencillamente porque son solteras, es una fuerza de la naturaleza irreprimible. Si no es en

España, lo harán en otro país. Y harán lo que haga falta.

Legislar, regular, no tiene por qué ser sinónimo de impedir. Nuestros políticos se llenan la boca

cuando para justificar una nueva ley, citan a nuestros países vecinos, como ejemplo, donde esa

ley ya funciona. Pues bien, aplíquense el cuento sus señorías. Ya hay muchos países que han

regulado favorablemente la gestación subrogada. Al igual que el aborto, el matrimonio

homosexual, o la eutanasia, es un tema controvertido, y nunca nos pondremos todos de

acuerdo sobre estas materias. Pero es evidente que todas ellas, llegaron en su día para

quedarse, afortunadamente. Porque no se puede negar aquello que va a suceder igualmente.

Se puede regular para que las partes intervinientes tengan todas las garantías, pero eso sí, sin

poner bastones en las ruedas, para dinamitar el proceso. El ejemplo de Grecia, es un buen

ejemplo, aunque aún tiene que evolucionar para permitir a los hombres solteros, realizar sus

procesos de gestación subrogada, si no queremos caer en una discriminación por sexo o

condición sexual proscrita en la Constitución griega, y en la de la mayoría de países europeos.

Para más información, ponte en contacto con nosotros en GESTLIFE .

 

 

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