La siesta en los bebés y niños

Para un bebé o cualquier niño pequeño, la siesta es el momento perfecto para que los padres puedan darse un respiro de la, en ocasiones, asfixiante rutina diaria que supone su cuidado. Sin embargo, las siestas son mucho más importante para tu bebé de lo que te imaginas, ya que mientras duermen reponen energías y se relajan.

Es un momento de confort, felicidad y disfrute, por lo que es recomendable que se convierta en un hábito; al menos los 5 primeros años del niño.

 

Beneficios de la siesta en bebés y niños

¿Conoces los beneficios de las siestas? La siesta en niños es un momento imprescindible porque puede ayudarlos con su óptimo desarrollo. De hecho, en bebés, las siestas permiten definir el ritmo circadiano del cuerpo para que sea capaz de dormir por las noches y mantenerse despierto por el día.

Las siestas influyen sobre el aprendizaje del niño, ya que estimula la maduración del cerebro y el desarrollo cognitivo. Garantizar el hábito de la siesta podría ser clave para que el niño adquiera conocimientos mucho más rápido.

También son buenísimas para mejorar el estado de ánimo, disminuir la irritabilidad y el riesgo a desarrollar ansiedad. Dormir la siesta puede ayudarlos a un mejor desarrollo emocional.

Es una creencia popular que las siestas pueden evitar que el niño concilie el sueño por las noches, pero ya ha sido científicamente demostrado que mejora el descanso nocturno del bebé.

Es decir, dormir la siesta ayudará a que el pequeño no esté tan agotado por las noches, de manera que le sea más fácil conciliar el sueño con rapidez. Eso sí, es muy importante mantener una disciplina horaria para que la siesta aporte los mayores beneficios y sea realmente provechosa.

Sin duda, la siesta es necesaria, tanto para los padres como para los niños.

 

¿Cuánto debería durar una siesta en niños?

La duración de la siesta dependerá de la edad del niño. Cuando apenas tienen unos 4 meses, se recomienda de 4 a 5 siestas por día. En esta etapa, es indispensable regular el horario para la siesta, de manera que se convierta en un hábito.

A los 6 meses las siestas se reducen de 2 a 3 por días. Su duración puede oscilar entre los 45 minutos o 2 horas. Entre los 9-12 meses de edad, los bebés tienen un patrón de sueño establecido y solo duermen dos siestas.

Cuando los niños tienen 1 año y medio, tienden a dejar las siestas de la mañana y solo duermen la siesta por la tarde. Este patrón se repite hasta los 5 años y, por ello, es muy recomendable que cuente con ese horario establecido mencionado anteriormente.

 

¿Cómo garantizar una siesta cómoda para mi bebé?

Aunque la siesta sea tan beneficiosa para los pequeños, no siempre quieren tomarla cuando se les indica. Sin embargo, la resistencia puede deberse a incomodidad durante la siesta u otros factores de los que hay que percatarse.

El colchón es la pieza fundamental para el buen descanso y el crecimiento del niño, por ende, debe ser muy cómodo. La mejor opción es comprar un colchón infantil de calidad que garantice el bienestar, descanso y confort de tu hijo tanto para sus siestas como durante el sueño nocturno.

También es importante que el ambiente sea apropiado para que el niño descanse. Procura que el cuarto esté oscuro, libre de distracciones y sin ruidos que pueden impedir que concilie el sueño. Puedes usar una máquina de ruido blanco o sonidos orgánicos para ayudar a que tu bebé se relaje.

Además, utiliza ropa cómoda para dormir, un pijama en los días de más frío y algún pantalón ligero cuando apriete el calor, de esa manera será mucho más fácil que pueda descansar placenteramente.

 

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